Thursday, November 27, 2014

JC: ‘ese simpático y campechano vividor’

El otro día, en un prostíbulo de postín de una anónima ciudad, me encontré a uno de los dos reyes del Reino. Ni siquiera me acerqué a él pero en su campechanía me abordó por detrás dándome un abrazo.

SSMMDJC - ¿Qué pasa campeón?
YO - ¿Nos conocemos?
- Coño con esa pinta de muerto de hambre no me extraña que no tengas mi retrato en el bolsillo.

He de reconocer que tiene gracia el jodío.

- No es por ser descortés pero es que me hierve la sangre cuando me pongo a pensar en la Edad Media y en las elecciones divinas.
- ¡¡¡Ay Chaval!!! Cuidado con lo que deseas, mira esos que decían en la proclamación de Felipín que no querían rey. Ahora tienen dos… no querías rey pues toma dos tazas. Dos T-tazas.

Esto lo dice mientras pellizca el culo a una de las señoritas que le escoltan en ropa interior.

- Chechu ponle una copa a este chaval de algo caro que se lo merece.
- Disculpe pero no creo que me lo pueda permitir. Yo vengo aquí sólo a limpiar.
- Y yo a que me limpien los bajos. Almadecántaro, que invito yo, bueno, en realidad invitas tú con tus impuestos así que tómatelo como la devolución de la declaración de la renta.
- Muchas gracias Su Majestad.
- Déjate de Su Majestad y mojigaterías. Puedes usar su Excelencia si quieres, así me siento más cerca del pueblo llano.
- Y a parte de rey, usted es un hombre casado ¿no cree que es inmoral estar rodeado de chicas que podrían ser sus nietas?
- Ahora que lo dices espero que no lo sean he dejado tanto esperma desperdigado a lo largo de mi vida que podríamos ser familia. Eso estaría mal sería como follarme a mi mujer.

Debo de poner una cara muy rara porque se dispone a explicarme el chiste.

- Ya sabes las casas reales siempre se casan entre ellas así que si me follo a un familiar es como estar casado ¿lo entiendes?
- Mmmm
- Que los hijos de primos salen un poquito tontitos, ¡coño! Por eso hay que buscar fuera. Es que parece que hay que explicártelo todo.
- Se refiere usted a Elena.
- ¿A quién?
- Bueno dejémoslo.
- Te tengo que dejar un deber patriótico me llama.
- ¿Cazar elefantes?
- Jajajajajajajaja. Elefantes que cachondo.

Se aleja riendo abrazado a dos jóvenes hacia los pisos de arriba.

El barman se acerca a mí con la cuenta. Le intento explicar que me invitan. El saca un bate para explicarme que SOY YO quién invito. Dejo la tarjeta de crédito temblando. Me ha salido caro aprender la lección: "no hace falta estar en la fiesta para acabar pagándola"